Esta mañana el consejero de Economía, el concejal del ramo del Ayuntamiento y un representante de Empresarios por la Calidad del Ocio, es decir, los dueños de los garitos de noche, presentaron una iniciativa llamada ‘fiesta is Madrid’ con el que quieren exportar el concepto de fiesta y la «nueva movida madrileña» a varios países de Europa con fiestas temáticas para promocionar el turismo y lo que hay por aquí.
El lema ‘fiesta en madrid’ es bastante simplón y cutre, años luz de otro tipo de publicidad ‘Mad in mad’ o ¡madrid! que tan buenos resultados está dando. Pero formalidades aparte, lo importante es el cinismo y la hipocresía que derrochan los políticos municipales respaldando una iniciativa que consiste, no sé si se han interado, en vender en el extranjero el ocio nocturno madrileño, señores. La de arena es que los mismos que ponen dinero para esto se dedican luego a meter mano discotecas como El Nasti, acosar con visitas a todas horas a cientos de locales o discotecas o imponer decenas de multas y cierres de pequeños garitos.
No voy a entrar en sí dichas sanciones se ajustan o no a derecho o a la normativa de turno, lo que no cabe duda es que la campaña de acoso es una realidad desde que era alcalde ese señor que no para de sonreír llamado Álvarez del Manzano. Pero la cosa ha ido a más, sin duda, con Gallardón después de la muerte de Álvaro Ussía. Y mientras ellos tienen sus guateques, y nunca mejor dicho, nosotros tenemos que estar dando vueltas a partir de las 4 de la mañana en busca de un mísero garito que abren. Hasta si cobran te da igual.
Ahora quieren en dinero de los guiris, aún más si cabe, pero siguen sin ofrecer garitos diversos y de calidad. Lo que quieren es que se vayan a la Joy o similares, tal y como se desprende de la campaña de promoción. Todos unidos para el mismo objetivo, el de siempre. Aunque se lleven mal o se peguen. Así se vio en la rueda de prensa de esta campaña, en la que Beteta iba a lo suyo con el IVA, el presidente de los dueños de los locales vendía a los guiris una nueva movida madrileña para ver si cuela, mientras el concejal Villanueva denostaba precisamente que se identifique a Madrid con esa época. De aquellos polvos vienen estos lodos, querido concejal.
Pero vamos, no se preocupen… Mientras en las ruedas de prensa no haya nadie que levante la voz y pregunte por el cinismo de determinados proyectos todos seremos felices y comeremos perdices.